


¿QUÉ ES LA AGRICULTURA ECOLÓGICA?
La Agricultura Ecológica o Biológica es un método de producción que no utiliza sustancias químicas, como pesticidas, fertilizantes de síntesis y aditivos. De este modo, se obtienen alimentos naturales, saludables de la máxima calidad y con todas sus propiedades nutritivas, y a la vez, minimiza los efectos negativos sobre el medioambiente.
La agricultura ecológica surge como una alternativa a la agricultura convencional, impulsada desde la preocupación por la calidad de los alimentos y su influencia en nuestra salud y por la creciente conciencia social de respeto al medioambiente, disminuye la contaminación de suelos y aguas y puede contribuir de manera importante a aumentar la sostentabilidad del sistema agroalimentario.

¿POR QUÉ CONSUMIR PRODUCTOS ECOLÓGICOS ?
Son muchas las razones por las que debemos considerar el incluir en nuestra dieta alimentos ecológicos:
– Porque son óptimos para la salud: Son productos sanos que nos proporcionan máxima intensidad en el sabor y un mayor aporte vitamínico. Están libres de manipulación genética.
– Porque se fomenta la biodiversidad: Es una forma de trabajo totalmente respetuosa con nuestro planeta. Contribuyen a reducir la contaminación ambiental y a mejorar la calidad de los suelos, evitando la desertificación, con lo cual, mejoran las condiciones de vida de los animales.
– Porque fomentan la autonomía del agricultor y un desarrollo rural sostenible, contribuyendo a la permanencia de la población en zonas rurales. Se reducen los excedentes agrarios.
– Porque son productos seguros, ya que están protegidos por una estricta normativa de calidad.
Este pequeño resumen puede proporcionarnos una clara idea de por qué debemos utilizar productos ecológicos en nuestra alimentación diaria.

RECOLECCIÓN Y ENVASADO
El proceso de obtención del aceite, entendido como transformación, consta de varias fases que comienzan con la recolección de la aceituna y finalizan en el envasado final del producto. La calidad del aceite obtenido es lo más importante, y es lo que el consumidor final percibe. El proceso de elaboración ha de centrarse en la calidad del producto final. Para la obtención de un Aceite de Oliva Virgen Extra de calidad es necesario utilizar aceitunas exclusivamente de vuelo, sanas, que se encuentren en su punto óptimo de maduración, recién recolectadas, y ser muy exigentes con el estado de los materiales que van a estar en contacto, con la limpieza integral de las instalaciones y aplicar las condiciones adecuadas de trabajo en cada uno de los procesos de que consta la elaboración.
No hay aceites de calidad sin aceitunas de calidad.
La preparación del aceite para el envasado exige, en primer lugar, la disposición de unos depósitos nodrizas en la zona de la envasadora, a los que se lleva el aceite que va a ser objeto del envasado. En la mayor parte de los casos, sobre todo en aquellas que desean ofrecer un producto característico de la marca se procede a formar un compuesto de diversos aceites que responda al tipo propuesto.
El filtrado es la eliminación de la humedad e impurezas que contenga el aceite previo al envasado, para ello se hace pasar el aceite a través de un filtro específico para esta función. En el envasado hay dos operaciones básicas que se desarrollan simultáneamente: El llenado y el dosificado de envases. Hay que efectuarlas con maquinaria que garantice precisión y limpieza. El resto de las fases pueden llevarse a cabo de forma simple y elemental cerrando envases, etiquetado, encajado y paletizado.